Yo no soy de acá, yo soy de allá, del sur, donde ríe el mar. Escampa, mi alma, niña. Se algo que ya no sé. Los ríos largos mueren de sed. Rumbos del mar, llévenme allá. Ay, ojalá.

Mare, vengo de la sierra yosito y naide más. Ya tembló toda la tierra, mazorca ensangrentá, mare, vengo de la sierra. Vive y muere, corazón, salga luna, caiga el sol, mazorca ensangrentá dulce chicha nos dará. Salga luna, caiga el sol vive y muere, corazón. Por mi mano cayeron los enemigos míos. Pa la tierra se fueron camino de mi filo, por mi mano murieron. ¡Limón amargo como mi dolor! ¡Pollera verde como mi amor! Ay, vida mía, de tanto quererte, al aire airé, viento solo, avientaté, aire airé, luna sola, airé airé.

Zambita de mis langostas que pelearon por Belgrano y dejaron, allá en Tucumán, panza arriba al maturrango. ¡Qué digo, allá en Tucumán, culerío `e maturrangos! Y porque soy plaga vieja ta` que es larga mi tradición, que en Egito también anduve metido a libertador. ¡Caramba, la tradición del octavo batallón! Cosa de andar por ahí y a mano siempre un violín, como pa serruchar la tarde o dar corbata a un godo vil ¡Caramba, la tarde, aserrán, aserrín! ¡Y a la carga, mis nubarrones, lo demás no importa nada! Vivir pa bien morir o temblar la vida maula. ¡Qué digo, pa bien morir y correrlos con la vaina! Ya me voy, ya me estoy yendo, volveré pa otro mayo, que aquel que moja de oficio llega cuando esta tronando. ¡Caramba, de oficio; truenos, tronos y tiranos!

Fandango de la trifulca, puños y mejillas y nada más. Poné la otra vos que yo meo al viento. El condimento lo pone el diablo, el bife lo doy yo. Atajá la piedra, Abel, chiflá y chiflá, Goliat, mirá que aunque tus dioses te venguen acá afuera no mandan mas. Y van a cobrar, a galopar. Vamos, al filo y al salto, el cielo no es tan alto, el cielo por asalto, al filo y al salto, cortando van, fuego y espá, puño, mejilla y nada más. La vida bajo el poncho y esta rosca que viene desde lejos. Que cada perro se lama su pija porque el gato se chupa el dedo. Van a cobrar, a galopar. Yo soy muerto desde el día en que a este barrio nací, ¡qué da si el mondongo lo echo acá o allí! Para el pobre la Troya, la hembra y la cebolla, son para él, son para él. ¿Qué dirá el pasquín, pelele y maricón, de la Minujín que te inclinó? ¿Qué dirá Tintín del perro mordedor? Dirá: “miau- miau, dount laik de chou” Fandango de trifulca, muerto sí, pero manso nunca. No pasarán, a galopar. Abran cancha.

Soy un canoero viejo, pañuelito del Gená, no tengo ni lo que tengo y me sobra lo demás. Hay quien nació pa viento y quien nace pa quedar, mi río es viento que queda pasa, pasa y no se va. Soy el barro que sueña de mi río yarará, que me ha picado la vida con su largo ojalá. Y enllegando al abra será otro mi bogar, cielo estrellado de escamas y suspiro del juncal.

Va y va el coyuyo cantando; trae el verano y trae el clavel. Va y va el coyuyo cantando, pinchando el sueño al atardecer Sobre el árbol, y bajo la flor, canta el coyuyo para vos y yo. Quién como tú, coyuyito, para tanto y tanto nacer.

A la huella del viento las lunas caídas se van. Se me van. A la huella, huellita de lunas caídas que me dejaste cuando te ibas de mi vida. Piecitos luneros sangrando en la arena, van y quedan. A la huella, huellita, del viento son los pasos de aquél amor que ya no volverá nunca, nunca, nunca.

El mar, mira el mar: llama en el coral; tum- tum. Yo y tú, hueso al sur, parche de ataúd: tum- tum. Después, quien no es llama a San Pedro, puertas del Edén: tum- tum y esperar la vida tum- tum; tum- tum. Sopla el vendaval, llama en el pinar: tum- tum. Negros que al bailar golpean el tierral: tum- tum. Golpear y golpear, si diosito duerme ya va a despertar, tum- tum y esperar, la vida tum- tum: tum- tum.

Con tres azucenas te he venido a buscar, morena, no sé por qué. Soñé un sueño, morena, y amanecí con sed. La más linda tu eres de las cuatro provincias y en tu pelo viento se enredan y mueren caballos sin freno. Por senda malosa yo he venido a verte. Morena, salí a la puerta, que he soñado cosa que no sea cierta. Con la alma sequía, morena, vi desierto y eras mi agua clara. Morena, te bebía, morena, y te secabas. Morena, agüita honda y salina blanca, yo me voy al río que va por la fronda de lo que es más mío. Morena, agua fría, dame una copita porque yo no muera, beduino es el día y nube es tu pollera. Despierta, morena, -sueñito que sueñas- morena, a dormir. Te doy la flor buena pa que puedas partir. Morenita, el día te busca y te busca con tres azucenas, deja la agua fría en su alforja llena. Porque te vi, morena, de noche en la loma, de blanco vestido, pálida azucena pisando el rocío.

“No es nada lo del ojo...” y lo llevaba en la mano. La casa se me quema y a la luz voy festejando. Y a la luz voy festejando, ¡que viva el rey de copas! La vida no es lo que vale; lo que vale son las locas.

“¡Que vivan la Pepa y la Juana…” Aníbal gritó “Araca, me matan que no tengo lana. En esta manzana que vivan mi vieja y tu hermana” Esas botitas no bailan pero hacen bailar. Aceitunitas con la tonadita meneando la vaina, pero esas botitas no bailan. Entre un acá y un allá cómo crece el oliva, olivar. Ay, pa acá está la morería y la luna- gatilla. Pata elefanta en Roma, bola loca de Calfucurá. Ay, pa allá que dispare la luna que el sol le va atrás. Pisaverde hizo blanco al negro de cinta colorá. Cinco de dado, cruz de muchos brazos, payés del morocho. Y siempre el muertito de plomo. Esta noche la luna-gatilla se cruza a Sevilla. Ya llega Aníbal y rajen botitas. La bárbara pena acaricia a la luna gatilla. Entre un acá y un allá se Atilan los Calfucurá en el Frente de un Chueco con Fierro de Alá. ¡Qué trompa de qué elefante anda suelta por esta ciudá! que la tocan y tocan sin adivinar.

¿Donde irás que no vayas a arar, viejo buey? ¡Candela al Olimpo y venga pa acá con la hija del rey! Que mil y un bellos y sabios hijos le harás, ¿que viva el rey? Y habrá fiestas con baile y chicha, pero ese verde dios… A la mar… A la mar… Ya murió el siglo viejo, ya bala el mamón, no quedó rey con cabeza pero manda un verde dios. Pa lacayita faldera la rumba no nació. ¡Ay, ay, ay, barbaridad! grita el ganso cuando Atila esta al llegar. No va más, no va más, mañana al alba nos van a fusilar. Con el General No Importa afilando el fuego, carnearán estrellas si sopla sur de viento. Pal dandy de allá arriba, ¡arre caballo griego! Nos verán parir el final hartando la sed de una rabia de sal. ¡Ay, ay, ay, rataplán, mañana al alba nos van a fusilar! Esta es mala rumba, entre los fiambres baila. No le den bizcocho rancio en habiendo tanta vaca. Las campanas suenan y doblan a venganza. Qué lindo, qué candela, fru fru, pirí pipí, buena mecha le rastrea la huella al pedigrí. La rumba se oye a bordo y se oye en los cadalsos, a bordo del sueño negro que sueñan nuestros santos de ojos bien abiertos y pechos muy agujereados. ¡Ay, ay, ay, barbaridad! grita el ganso cuando Atila está al llegar Dale y va, dale que va, vaya palante que pegan por atrás. Dale y va, dale que va mañana al alba nos van a fusilar. Alza ya esa testa por fin, viejo buey, o remarás en la arena y la ronda del sol será tu única ley. Alzalá y verás que el lobo es la grey; al cordero que aúlla cebálo en la luna y al filo con él. Mil y un buenos años vendrán, y la ley, sea el hombre carne de un sueño sin fin ay, ay, ay, rataplán. Ay, quizá sí, quizá no, nos van a fusilar. -------------------------------------------------- Corazón que galopas el rumbo ciego y desbocas las pena y la ahogas en fuego, ocúltame la vida, ocúltame el amor, al silencio nos vamos, yo en ti y tú en yo. Yo no sé si se del camino sin fin de la sed de los ojos por verte a ti, sé que es mar la vida y la suerte cebolla, mil sendas son una entre Tebas y Troya. Mi alma, olvidemos la triste condena; cada paso nos parte y cada dicha nos pena. La vida no es nada, solamente es eso que en nosotros amarra un rumbo a un hueso. Y rueda que rueda, te alejas, me alejo, me calzo y descalzo y me visto de espejo. Verdad es el sueño y la torre mentira, el viento es el rumbo y el cielo la herida. Tendré un perfil que la arena me guarde hasta que el viento barra mi luz en la tarde. Y entonces me iré sin migas de pan donde fueron los que fueron y los otros irán.